Nuestro sistema inmunitario está compuesto por diversos órganos y glándulas que lo forman, entre ellas el Timo; en griego, ‘thýmos’ 
que significa energía vital, es una pequeña glándula endocrina propia de los animales vertebrados localizada entre el corazón y el esternón. Durante mucho tiempo se creyó que se desarrollaba hasta la adolescencia, para luego atrofiarse; estudios actuales demuestran que por el contrario se mantiene activa durante toda la vida, tendiendo a retraerse con estados de ánimo de tristeza y expandirse ante los de bienestar.
que significa energía vital, es una pequeña glándula endocrina propia de los animales vertebrados localizada entre el corazón y el esternón. Durante mucho tiempo se creyó que se desarrollaba hasta la adolescencia, para luego atrofiarse; estudios actuales demuestran que por el contrario se mantiene activa durante toda la vida, tendiendo a retraerse con estados de ánimo de tristeza y expandirse ante los de bienestar.
El timo cumple diversas funciones, entre ellas estimular el crecimiento de los huesos, favorecer el desarrollo de las glándulas sexuales y colaborar en el desarrollo y maduración del sistema linfático. Sin embargo, su principal función es la producción, la maduración y la diferenciación de los linfocitos T o células T, las cuales son la base del sistema inmune, indispensables para combatir diferentes antígenos extraños que puedan invadir el organismo.
Es uno de los pilares de nuestro sistema inmunológico, junto con las glándulas adrenales y la espina dorsal y está directamente conectado a los sentidos, la conciencia y el lenguaje. Como una central de teléfonos por donde pasan todas las llamadas, hace conexiones para dentro y fuera de nuestro organismo.
Si somos invadidos por microbios o toxinas, reacciona inmediatamente produciendo células de defensa. Pero también es muy sensible a imágenes, colores, luces, olores, sabores, gestos, toques, sonidos, palabras y pensamientos, por lo que es conocida también como la glándula de la felicidad.
El amor y el odio lo afectan profundamente. Los pensamientos negativos tienen más poder sobre él que los virus y bacterias. Como esa actitud negativa no existe en forma concreta, el timo intenta reaccionar y se debilita, luchando contra un invasor desconocido y abre espacios para síntomas de baja inmunidad, como los herpes y todo tipo de dolencias en las que actúa el sistema inmunitario. En compensación, pensamientos positivos consiguen activar todos sus poderes, recordando que la armonía interior es nuestro mejor estado.
Desde Sanación Pránica GMCKS, realizamos una limpieza y liberación de bloqueos para activar el sistema inmune y así mantener nuestro organismo sano; también gracias a la práctica de Meditación en Corazones Gemelos, instruimos a nuestra mente en un correcto manejo de las emociones.
