Ho’oponopono nace de una tradición ancestral hawaiana y significa: «Enderezar, armonizar, corregir lo que es erróneo, poner orden»
Morrnah Simeona, chamana y curandera con plantas; es quien propuso la enseñanza de Ho’oponopono
tal como lo conocemos actualmente, marcando el acceso a una autosanación, ya que, solos nos concedemos el perdón, el amor y la paz a nosotros mismos. Ya no es necesario estar en presencia de otras personas, ni siquiera de un chamán; para conseguir el perdón, el cual es esencial, por encima de todo, perdonarse a sí mismo. Esto es importante dado que muestra hasta qué punto el proceso puede adaptarse a cada época, particularmente a la nuestra, en la que cada individuo es empujado a buscarse la vida solo.
tal como lo conocemos actualmente, marcando el acceso a una autosanación, ya que, solos nos concedemos el perdón, el amor y la paz a nosotros mismos. Ya no es necesario estar en presencia de otras personas, ni siquiera de un chamán; para conseguir el perdón, el cual es esencial, por encima de todo, perdonarse a sí mismo. Esto es importante dado que muestra hasta qué punto el proceso puede adaptarse a cada época, particularmente a la nuestra, en la que cada individuo es empujado a buscarse la vida solo.
Ho’oponopono es una filosofía de vida, es también un estado anímico, y adherirse a este proceso requiere integrar ciertas ideas, ciertas nociones que hacen a nuestra cultura occidental encontrarse por momentos algo alejada de dichos conceptos.
Ho’oponopono nos descubre nuestro potencial interior. Permite limpiar los pensamientos negativos que no son sino memorias erróneas; que hemos ido acumulando y guardando, algunas producto de nuestra crianza, pero muchas más que nos encargamos de ir elaborando a lo largo de nuestras experiencias vivenciales. Es por lo tanto, muy importante la limpieza de esas memorias erróneas; pues eso genera un vacío que da paso a la inspiración, da lugar a sincronicidades, esas situaciones que pasan en el momento oportuno porque el inconsciente ha permitido su existencia en el entorno.
Cuando nos encontremos frente a un conflicto, una reacción violenta, un accidente, un trauma, todo lo que despierte en ti una fuerte emoción negativa, repite estas cuatro y extraordinarias palabras, en voz alta o en tu mente, como un mantra que actualizará los conceptos que tenías hasta este momento y te permitirá acceder a la paz interior.
«Lo siento, perdóname, gracias, te quiero»
«Lo siento»: es reconocer su creación.
«Perdón»: porque no sabía que tenía dentro de mí esta emoción.
«Gracias»: por permitirme limpiar la memoria.
«Te quiero»: a ti, mi Divinidad interior, que eres mi verdadera esencia.
La presente nota ha sido inspirada en el libro "El Gran Libro de Ho’oponopono" del Dr. Luc Bodin, Nathalie Bodin y Jean Graciet.
Gracias!!! por compartir esta nota.
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