jueves, 25 de noviembre de 2021

VIAJE ASTRAL.

El Viaje Astral o Bilocación puede definirse como la posibilidad de estar en dos lugares al mismo tiempo; situación que acontece debido a que al condensarse energía psíquica, se produce un doble etérico de la persona que vivencia la experiencia. Por lo tanto se trata de una formación ectoplasmática realizada por el sujeto, muchas veces a efectos de cumplir una misión predeterminada.
A los ojos de los que observan el individuo parecerá como dormido; pero en realidad estará realizando lo que se conoce comúnmente como Viaje Astral, es decir que al despertar dirá que estuvo en otro lugar y dará señas significativas a cerca de éste, del cual previamente no tenía conocimiento. Es de suma importancia tanto la presencia de testigos que le hayan visto dormido, como de aquellos que en el mismo espacio temporal, le viesen en ese otro lugar distante del cuerpo físico; hay también que especificar que el doble etérico no puede ser atrapado ni tocado.
En algunos casos el fenómeno parece ocurrir de manera espontánea, en otros se asocia con un trauma físico o mental, circunstancias de peligro que crean estrés intenso, deshidratación, estados de coma, experiencias cercanas a la muerte, estados de ensoñación, sueño profundo, cansancio extremo, privación sensorial, sobrecarga sensorial, uso de drogas psicodélicas, psicotrópicas, disociativas y enteógenas. Se han desarrollado muchas técnicas orientadas a inducir la experiencia de forma deliberada, como la visualización, estados de relajación y meditación.
Un gran porcentaje de estos casos se refieren a situaciones en que el sueño no era particularmente profundo, puede ser en algunos casos debido a una enfermedad, ruidos de otras habitaciones, estrés emocional, sueño irregular con frecuentes despertares, etc.. En la mayoría de estos casos, los sujetos luego adquirían la conciencia de haber despertado del sueño y cerca de la mitad de ellos experimentaron parálisis del sueño.
Las etapas que presenta el viaje astral son las siguientes: fase de espera; la interacción consciente con el medio ambiente físico cesa; la atención está en otra parte, con los estímulos sensoriales desactivados; el cuerpo está en modo piloto automático; el estado de sueño es un ejemplo de esta etapa; fase cataléptica, con ausencia de la capacidad de realizar movimientos voluntarios, típica de la parálisis del sueño.
Aparece de manera repentina percepciones alternativas tales como intensas vibraciones, algunas veces se siente hormigueos en algunas partes del cuerpo, ruidos y visión con los párpados cerrados.
Etapa de separación, con esfuerzo, la perspectiva de percepción varía en relación a la ubicación del cuerpo físico; caracterizada por una intensa sensación, el resistirse a la salida del cuerpo puede impedir la progresión.
Etapa de libre circulación, más allá de un radio determinado, el movimiento se hace sin obstáculos,​ con un control cada vez mayor; la claridad visual y mental puede variar enormemente, desde apenas funcional a excepcional.
Etapa de reingreso, aparece la necesidad de volver, dando lugar a la revocación voluntaria o involuntaria, que es extremadamente rápida y súbita; también puede ocurrir una transición a la vigilia o al sueño.
Las experiencias fuera del cuerpo pueden estar seguidas por otras experiencias que son relatadas tan reales como la experiencia en si. Alternativamente, el sujeto puede desvanecerse en un estado de ensoñación, o pueden despertar por completo. Las mismas a veces terminan bruscamente debido a una sensación de miedo por pensar que están yendo "demasiado lejos" fuera del cuerpo. A veces finalizan con una sensación repentina de "chasquido" y, a veces un "tirón" que les empuja de nuevo hacia sus cuerpos, y algunos afirman que incluso sienten algo parecido a ser succionados. La mayoría describe el final de la experiencia diciendo: "entonces me desperté". Sin embargo, algunos informan que vuelven al cuerpo físico plenamente conscientes. La transición desde el "cuerpo astral" hacia el cuerpo físico ha sido comparado con el uso de una cámara que desenfoca lentamente un objeto distante; el cuerpo astral, mientras que vuelven a centrarse en uno mucho más cercano; el cuerpo físico. El objeto distante es desdibujado en un primer momento y, finalmente, desaparece por completo cuando el nuevo objeto aparece en el enfoque.
Podríamos decir que el Viaje Astral es una forma más perfeccionada de la Bilocación; es bueno aclarar que todos realizamos un viaje al dormir, tengamos conciencia de ello o no, ya que, durante el sueño la energía de nuestro cuerpo, hace determinados procesos energéticos tendientes a restablecer los niveles perdidos durante la vigilia.