miércoles, 12 de junio de 2024

ELEMENTALES DE LA NATURALEZA.

 Los Elementales, también conocidos como seres elementales, espíritus elementales o genios de la naturaleza, son una categoría de seres mitológicos relacionados directamente con los elementos de la naturaleza, de la que se les considera formadores y protectores. Al estudio de los elementales se le conoce como Elficología (del francés Elficologie).
Según las creencias populares, los elementales son un tipo de entidad espiritual que por su naturaleza sutil, se encuentran en otra dimensión distinta a la material en la que los humanos se mueven normalmente. Según algunas tradiciones, se cree que los animales y los niños pequeños tienen la capacidad de verlos. Se dice que es posible hacer rituales para invocarlos y que son usados en las religiones paganas y en la alquimia con el fin de lograr objetivos mágicos.
Si bien desde las religiones más antiguas y en el chamanismo ya existían deidades o seres espirituales asociados a los elementos o aspectos de la naturaleza, los elementales cómo tal fueron descritos por primera vez, de manera teórica, en las obras alquímicas de Paracelso, quien se basó a su vez en la teoría de los elementos naturales sistematizada por Empédocles y Aristóteles en la antigua Grecia. Según Paracelso y sus seguidores, las cuatro categorías básicas de elementales son las siguientes: Gnomos y Hadas (de la Tierra), Ondinas (del Agua), Sílfides (del Aire) y Salamandras (del Fuego), aunque existen otras clasificaciones, dependiendo de las fuentes y de los lugares. En el siglo XVI, el alquimista y astrólogo suizo Paracelso fue probablemente el primero en sistematizar la información referente a los seres elementales, en su tratado titulado "Tratado de los Ninfos, Silfos, Pigmeos, Salamandras y otros seres", publicado en 1566, después de su muerte. Como hemos visto les dio una clasificación relacionada a los elementos de la Naturaleza, aunque también sostenía que los nombres eran meramente arbitrarios y a los efectos de su debido estudio.
Según algunas tradiciones, se cree que la apariencia humana con la que se describe a muchos elementales, incluso con atuendos y vestidos, es solo una ilusión creada para que puedan ser identificados. La creencia más generalizada indica que son anteriores a la aparición del hombre en el planeta. En círculos esotéricos se dice que cuando el planeta era solo una masa incandescente y sin vida, los elementales estaban presentes planeando la construcción y la vida futura, ayudando a los Espíritus Superiores, Arquitectos Cósmicos, y de este modo eran los encargados de coparticipar en la obra del Creador.
Las salamandras, elementales del fuego cuidaban la masa de gases radioactivos presentes en el planeta y de la materia incandescente que debía ir sedimentándose y enfriándose de a poco, para que el planeta en formación pudiera ser habitable.
Los silfos, elementales del aire, cuidaban de la evolución de esos gases tóxicos, para lograr el equilibrio químico y la evolución de los violentos vientos y tormentas nucleares que azotaban al planeta en formación, en los comienzos de la historia cósmica.
Los Espíritus Superiores o Arquitectos Cósmicos ya tenían planeado todo tipo de vida que surgiría en la Tierra, siguiendo las orientaciones del Creador; estaba todo programado en la Mente Divina. Sólo hacía faltaba que se estableciera el orden, para que esos Espíritus de la Naturaleza o Elementales pudieran, finalmente, empezar el proceso de evolución y vida sobre el planeta Tierra, como colaboradores inmediatos de los Arquitectos Celestiales.
Cuando los gases se hicieron líquidos y cayeron sobre el planeta en forma de gotas de agua, lluvias y tormentas violentas que inundaron casi toda su superficie, aparecieron los elementales del agua: Sirenas, Ninfas y Nereidas, por las explosiones nucleares, quitándoles las materias densas y pesadas que aún había en suspensión.
En el Universo existen, entre otros Jefes Espirituales, Espíritus Guardianes, Orientadores, Protectores, y Organizadores de toda la Creación. Los Elementales, sus colaboradores, fueron, por lo tanto, anteriores a la aparición del hombre sobre la Tierra y los encargados de armonizar las condiciones básicas para la aparición de la vida en sus varios reinos.
Cuando el planeta comenzó a enfriarse y a estabilizarse, ya estaban presentes los Elementales de la tierra: Gnomos, Duendes y Hadas, a fin de armar los elementos de su nivel, es decir, los primeros esbozos de arbustos y piedras. Estaban dando origen a todo lo que germinaría después, con el trabajo de millones de años.
Como vemos el mundo de los Elementales de la Naturaleza es amplio y fascinante; no importa si crees o no en este mundo, si has visto alguna vez a un Hada o un Duende; pero algo es seguro, cuando nos conectamos con la energía de la Naturaleza, intuimos que hay algo muy profundo y mágico que nos rodea.